viernes, 23 de mayo de 2008

Champions League 2007-2008

No sé si la pasada final de la Champions encaja dentro de lo que pretendía plasmar en este blog. Quizás es porque la viví en un Irish Pub rodeado de hooligans, pero no me negareis que su resolución en los penaltis cuenta con cierta dosis de leyenda.

Partido vibrante, emocionante, con ocasiones para los dos equipos, cada uno intentando imponer su estilo de juego. Lamentablemente, o afortunadamente, 120 minutos no fueron suficientes para decidir el campeón, y el partido se resolvió en la tanda de penaltis.

Antes de que comenzaran los lanzamientos, todos nos hicimos la misma pregunta: ¿Quién fallará? Y muchos coincidimos también en la contestación: "Según cuenta la leyenda, los grandes jugadores fallan sus penaltis más importantes... Cristiano Ronaldo es nuestro hombre".

Cristiano Ronaldo había metido el gol que todo el mundo le exigía durante el partido. Notable para él hasta ese momento. Para muchos, el mejor jugador del mundo. Pero él no se conforma ba con esa nota, y tenía que buscar el sobresaliente. El camino hasta el punto de la pena máxima se le hizo demasiado largo. El tiempo y alguna entrevista confirmarán que la "paradinha" (antirreglamentaria) estaba prevista desde hace algunos días, en caso de que llegara el momento. Iba a ser su encumbramiento definitivo. Sin embargo, le pesó la responsabilidad, y solventó el momento con el penalti peor tirado en mucho tiempo.

En este punto, todos pensamos, partido resuelto. Cristiano entra en la leyenda negra, donde encontramos recientemente a Djukic, Baggio, Raúl, Eto'o, Riquelme, Shevchenko, Beckham, y otros muchos que ahora no recuerdo.

Sin embargo, entre los jugadores restantes, había otro futbolista que había hecho todavía más méritos durante su carrera para entrar en esta lista. El marcador estaba 4 a 4, y al Chelsea le quedaba un penalti. Cuando John Terry se dirigió a lanzar el penalti decisivo, su rostro lo decía todo.

John Terry es el gran capitán del Chelsea. Recientemente, salió ganador en una encuesta a jugadores de todo el planeta, preguntados por quién creían que era el mejor capitán del mundo. Atrás quedan los incidentes negros que tuvo en varios pubs ingleses durante su juventud. Maduró, se hizo fuerte dentro del equipo, y ahora se ha convertido en uno de los mejores centrales del mundo. Nada que reprochar durante los últimos años a su juego, impecable en todos los aspectos.

John Terry caminó lentamente hasta el punto fatídico. En ese recorrido, sus pensamientos se centraron probablemente en todo lo que había tenido que luchar hasta llegar allí. La meta la tenía cerca, y no la iba a dejar escapar. Decidido y con la mirada al frente (mirar al suelo no hubiera sido digno de un gran capitán), se dispuso a lanzar. En la carrera hacia el balón, resbaló, y consiguió golpear el balón, engañando al portero. Pero el destino quiso que el esférico se estrellara en el palo.

El final de la historia es conocido por todos. Van der Saar paró el disparo de Anelka, y el Manchester ganó la Champions. En unos años, pocos recordaremos que Cristiano Ronaldo falló su penalti. En definitiva, él salió ganador. Para la historia quedará el día en el que un resbalón de John Terry, el gran capitán, hizo que el Chelsea se quedara sin esa Champions que tanto se le resiste. Por tanto, ya podemos decir: Djukic, Baggio, Raúl, Eto'o, Riquelme, Shevchenko, Beckham, y TERRY. ¿El próximo? Dentro de un mes en la Eurocopa.

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